domingo, 14 de junio de 2015

Un rebaño obediente.

Imagen, gentileza de Battiana Castro 
Cuando conversas con alguien que lleva 20 años en una compañía, normalmente quedas abrumado por su valiosa experiencia, la que en algunos casos es sinónimo de respeto entre sus compañeros, y se traduce en una posición de liderazgo informal, claramente esto no configura una prerrogativa de bueno o malo, sino solo la oportunidad de ser escuchado, la sabiduría en sus palabras y actos, determinaran si representa una contribución a la sociedad.

Con el tiempo se adquieren herramientas que agilizan la detección de falencias en una organización, pero a veces quedan transformadas en un ruido subterráneo, que pocas veces se abre camino hacia la superficie con la fuerza necesaria para transformar su entorno. Lo anterior puede ser el resultado de gerentes de alto nivel desconectados de las personas, mandos medios temerosos de ser opacados por sus subordinados y trabajadores que no se atreven a disentir con sus superiores.