martes, 31 de mayo de 2016

Los sospechosos de siempre no son los salvadores

Imagen elaboración propia
Día a día los chilenos somos sorprendidos por el impacto de las noticias referidas  principalmente en temas de la delincuencia de cuello y corbata,  que solo han hecho aumentar la rabia,  la ira, la indignación  y porque no decir sentimiento de rebelión contra quienes han sido  los causantes del debilitamiento de la institucionalidad de nuestros país y que peligrosamente están poniendo en riesgo la democracia.

Me refiero a quienes se enquistaron en el poder a contar de los años 90, so pretexto de haber luchado por la recuperación de la democracia y que finalmente terminaron aprovechándose de la misma  con actos de corrupción, cohecho, malversación de fondos públicos, colusión,  lavados de activos, uso de tráfico de influencia, falta de transparencia, tanto en los negocios como en la inserción de familiares a los organismo públicos y empresas del estado, haciéndole creer al resto de la sociedad que realmente existe la meritocracia, y solo han permitido la creación de   una nueva casta social, donde pasamos de un gobierno que llegó producto de un golpe cívico-militar a gobiernos ¨democrático  incorporándose a ellos un grupo de golpistas democrático cuyo mejor rostro lo encarna,  el financiamiento económico a distintos políticos y  partidos políticos a través de empresas privatizadas como SQM.