viernes, 24 de abril de 2020

Covid-19, desigualdad y deuda

Imagen, elaboración propia 
En el contexto Covid 19, los reportes diariamente hablan de cientos de personas fallecidas en Europa y miles en Estados Unidos; en Ecuador las imágenes de cadáveres en las calles nos aterrorizaron y en Chile todos los días lamentamos la muerte de compatriotas. Las autoridades pretenden entregar atisbos de control y hablan de vuelta a una supuesta “nueva normalidad”, pero ¿cómo puedes volver a algo nuevo? ¿si es nuevo, cómo puede al mismo tiempo ser normal? ¿cuál es la normalidad?. Claramente el presidente y sus ministros podrían quedar en la historia de las irresponsabilidades y fantasías.

Desde la perspectiva económica, lo que no es novedad, es la profunda recesión en la que estamos y que campea en el retail, un fenómeno que antes de nuestra revolución de octubre y el virus mortal, ya entregaba señales. Hoy todo se intensifica y con ello nuestras miserias, pero la gran pregunta es ¿sobreviviremos?.

Antes de la pandemia buscando respuestas, encontré al economista e historiador Michel Hudson, que en su libro “and forgive them their debts”, éste hace una revisión del tratamiento de la deuda en el mundo antiguo. En Babilonia cada cierto tiempo, se condonaba la deuda de los agricultores, ya que estos en ocasiones debían endeudarse producto de una mala cosecha o por factores climáticos, por esta razón asumían una obligación para dar continuidad a su rubro. 

lunes, 20 de abril de 2020

Cantidad, calidad y tiempo

Imagen, elaboración propia 
“Lo importante no es la cantidad sino la calidad”. En diversos contextos escuchamos una adecuación de esta frase, pero cuando hablamos del tiempo que dedicamos a nuestros hijos, adopta atributos que a veces no logramos dimensionar en su magnitud.

Entre tantos conceptos que aprendemos durante nuestra formación, a veces mezclarlos nos juega “malas pasadas”, pero a riesgo de equivocarme haré el intento.

Soy un afortunado de poder pasar más tiempo con mi hijo de lo que generalmente observamos en nuestra sociedad, pero probablemente muchos, en “modo pandemia”,, se han encontrado con el piso infestado de juguetes de diversas formas geométricas que encajan unas con otras, pero no con la anatomía de sus pies en calcetines.

En el supuesto de que no somos un mal ejemplo, en el sentido extremo (violentos, inmorales, viciosos, etc), probablemente en ocasiones nos convertimos en padres consentidores, ya que tendemos a evitar o mitigar expresiones de pena o frustración en nuestros hijos, lo que es correcto en ocasiones, pero no siempre. Este lenguaje emotivo apela a nuestros instintos básicos de protección, pero también, su experimentación contribuye a la formación de las personas del futuro. Así, el pequeño reyezuelo (bebe, guagua, niño, pequeño demonio, etc), comienza a tomar forma de sujeto de estudio y quizás pueda ser descrito desde la perspectiva de la relatividad del tiempo, con una tendencia a la presencia presente.

viernes, 10 de abril de 2020

Omnipotente; el ser humano de ayer y hoy

No tengo certeza de que a ustedes les haya sucedido lo mismo, pero normalmente he observado una tendencia a ser desautorizados por nuestros padres, por ejemplo frente a nuestros hijos, al contradecir una norma que hayamos tratado de implementar en virtud de su crianza, a través de una confrontación directa o un juego soterrado de transgresión; “pero como le dices eso al niño”, “pobrecito el niño”, “tome un chocolatito ahora que la mama no esta”.