martes, 3 de mayo de 2022

¿Estamos solos?

Imagen, elaboración propia

Aparentemente esta pregunta desgarra tripas y de cuándo en cuándo nos atrevemos a interpelar a Dios y otras tantas al Universo, pero lo más común hoy, es mostrar la úlcera a los políticos.


Parece inevitable que la promesa siempre sea acompañada de desilusión, una decepción calculada, fabricada para lograr el voto rápido, ese voto emocional y menos malo que por un instante nos permite sentir que la esperanza le ganó al miedo. Entregamos el poder para sofocar la impotencia, pero últimamente hemos visto cómo este se dilapida en las redes sociales.


Vamos a la reunión, sentimos las sonrisas, somos escuchados, toma nota, firma, acusa recibo, foto y la palmada condescendiente en la espalda sella el rito, “Mi secretario llevará la documentación y tomaremos contacto con ustedes”.


Claramente no todos los problemas serán resueltos, lo sabemos, pero una democracia compleja requiere encontrar consistencia entre los discursos y sus acciones. Supuestamente la lucha incluye justicia, conservar recursos naturales, pero ¿estaríamos en la situación que estamos si los que deben tomar las decisiones hacen todo al respecto?.