sábado, 13 de septiembre de 2014

Obituario

Imagen gentileza de Betts Castro
El temido agosto se manifestó prolíficamente en mi agenda, invitándome a tres diferentes despedidas, primero la muerte planificada que nos envolvió entre rancheras, rezos, aplausos, brindis y rencuentros, guion elaborado por la tía que nos condujo a la montaña para cultivar vida, entregar su esencia al mundo libre y en juramento llevarse a la abuela, quien una tarde levanto la mollera, miro el sol y se desvaneció en anciana sabiduría de caminatas en buena compañía. Repentinamente surge la muerte inesperada, la del amigo de pocas palabras y grandes ideas, quizá incomprendido por introvertido, pero fascinantemente inteligente, nos extendió una invitación al desierto para tratar de comprender este complejo ciclo.