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Imagen Valparaiso, elaboración propia |
En la película Matrix, Neo observa el mismo gato negro pasar dos veces por un lugar, lo que es interpretado como un error en la Matrix (glitch). Durante el estallido quedamos confinados al estado de excepción constitucional y se discutió una ley anti-encapuchados, para luego vernos enfrentados a una pandemia que nos obligó a encerrarnos y usar mascarillas.
Después de un acuerdo de la elite política, vía plebiscito se instaló la Convención Constitucional, de donde emanó una propuesta de nueva constitución, a la que muchos llamaron un avance civilizatorio, pero en realidad, los que leyeron el documento sabían que algo no andaba bien, hasta la ex presidenta Michelle Bachelet, impulsora de un cambio en esta materia, entregó su apoyo al proyecto con la frase “No es perfecta, mas se acerca a lo que yo siempre soñé”, y luego el pueblo de Chile en un acto de madurez la rechazó, pero nadie esperaba que el infantilismo de la clase política y su poca tolerancia a la frustración, nos llevarían a una segunda propuesta constitucional, que otra vez, el pueblo chileno con total madurez, zanjó en las urnas, votando en contra.
Casi todas las semanas surgen novedades respecto de casos de corrupción en municipalidades y/o gobiernos regionales, destruyendo la confianza ciudadana y siendo muy penoso ver a los jóvenes que se erguían de manera soberbia, como defensores de una moral superior, desfilando engrillados a prisión y otros que hasta hace poco enarbolaban discursos de probidad y transparencia, reuniéndose a escondidas, entre almuerzos y “cheese and wine” con grupos interesados en las políticas de estado que promueven.