“Cumbres borrascosas”

Imagen, elaboración propia 

 Juliette Binoche y Ralph Fiennesen estrenaban en 1992 una versión para el cine del clásico de la literatura “Cumbres borrascosas”, ese mismo año se llevó a cabo la Cumbre de Rio de Janeiro, donde se generó la agenda 21 y la “Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático”, entre otras, lo que en Chile se materializará con la ley 19.300 de bases generales del Medio Ambiente en 1994. 

Los últimos temporales, nos han mostrado nuestra incapacidad de situarnos en un entorno hostil, además de nuestras pretensiones de bienestar infinito sin costo. Posiblemente muchas historias de amor sucumbieron bajo lluvias y ventarrones este invierno, al igual que los cables de transmisión de energía. Como ya es tarde para muchas de las posibles alternativas que pudimos haber aplicado en los últimos 30 años, debemos aceptar la pérdida de ese equilibrio natural que por tanto tiempo, a escala humana, describimos y disfrutamos, conformarnos ahora solo con las cuatro estaciones de Vivaldi, lo cual no es algo menor, ya que podríamos mantener una conexión naturalmente nostálgica, que describa en nuestro corazón, un amor del pasado.

Hecha la pérdida, buscar el nuevo fruto, la expansión cámbrica de ideas que nos permitan alcanzar la adaptación, a la inevitable modificación de nuestro entorno.

Juliette y Ralph cambiaron de set de grabación, en 1996 nos llevaron al desierto a través de otro clásico, esta vez con “El paciente ingles”, y quizás nosotros somos hoy ese paciente, que no reconoció los límites en el momento oportuno, desatando con ello una serie de acontecimientos que lo envolvieron en una espiral de dolor, hasta el punto de no reconocerse a  asimismo, con una biografía hecha de retazos.

En esta novela dramática del clima, no podemos intuir su desenlace, solo podemos avizorar que no será tranquilo, por que la tierra es un lugar complejo con demasiadas variables y fuerzas superiores, mas allá de lo humano. Por ejemplo, en “Una breve historia de casi todo” de Bill Bryson, éste nos indica que “el calentamiento global podría, plausible y paradójicamente, conducir a un enfriamiento intensamente y localizado en America y Europa”.

Espero que la vulnerabilidad de la red eléctrica en Chile, nos muestre desde otra perspectiva el verdadero desafío al que nos enfrentamos.

Franco Contreras