lunes, 7 de mayo de 2012

Heridas abiertas

El día 26 de marzo del 2012 en la comunidad agrícola de Campos de Ahumada sucede un acontecimiento inédito en su historia reciente, un incendio que abarco 6,10 has en el lugar conocido como las “Minas de Tierra” en el “Cajón del Arpa” a una altura de 1500 m según información entregada por la Corporación Nacional Forestal (CONAF). La columna de humo que algunos arrieros vieron a lo lejos, correspondía al fuego que injería la flora a su paso. Nadie tiene certeza de cómo comenzó, si fue natural o provocado, por descuido o mala intención, no obstante acuden al sector bomberos de San Esteban, Brigada Forestal Conaf, el SAG y comuneros que sin dar tregua a las llamas logran extinguír el fuego al finalizar el día, generando una experiencia de trabajo en quipo enriquecedora que nos permite mirarnos nuevamente a los ojos, conversar y estrechar los lazos en nuestra comunidad.



Algunos días después visito el lugar del siniestro verificando lo que fue devorado por el fuego, en un sector que antiguamente fue un campamento minero (Las Minas de Tierra lo llaman los lugareños) y observo como hoy la vega luce nuevos brotes que acompañan el nacimiento de pequeños arroyos, afluentes que surgen naturalmente entregando el agua al pequeño y prístino rio que esculpe la montaña como tratando de liberarse del encajonamiento del arpa y entregando bondadosamente el vital elemento a la comunidad. 

A poco andar sobre la devastación de esta quemadura, herida humeante sobre nuestra tierra, descubro otras provenientes del pasado que sin el follaje del monte y como viajeras en el tiempo se materializan ante mis ojos, heridas que sin cicatrizar gritan al viento un dolor que no ha sido calmado horrorizando el cielo inerme sobre  este escenario mientras la luz se pierde en la oscuridad de antiguos piques, faenas mineras abandonadas que hoy permanecen como monumentos de una actividad que no considero el bienestar de sus hijos y nuevos habitantes, solo buscando el beneficio   económico de quienes la explotaron dejando como legado agujeros en nuestros campos que hoy representan un peligro para todo aquel que transite por el lugar.


Al continuar mi recorrido asoma frente a mi atónita mirada un nuevo hito minero que solapadamente contemplaba campesinos, turistas, flora y fauna, “de punta en blanco” lleva traicioneramente sentencia con pena de muerte al lugar que sin conocer la fatídica intención lo cubría con colores de retamo en el monte. Fechado con el 30 de abril del 2009 por la minera Xstrata Norte marca nuestra tierra, amenaza la vida silvestre y cotidiana de la comunidad al estar ubicado donde nace el principal rio del sector, violando nuestros derechos como propietarios, comuneros y ciudadanos.

No queda Chile para los chilenos!!!!!!!………  

Epitafio para una República.




Franco Contreras

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