En un lento movimiento puedes apreciar los detalles
que de otra manera solo corresponderían a una imagen difusa frente a tus ojos,
un motion blur de “lideres” fugaces
que se manifiestan profilácticos y desechables surgidos
por moda o invento académico que sino fuera por posición o cargo con suerte
liderarían un grupo de lechugas en un invernadero. Aunque me siento afortunado
de vivir en una época en la que
experimento la posibilidad de expresar algunas ideas sin temor a perder la cabeza,
la paranoia y el surrealismo me conducen al monopolio del pensamiento aceptado,
observando la miserable y mediocre programación de la tv que toma como rehenes
ventanas abiertas que dejan ver la
virginidad de un living comedor, cocina o habitación lograda con tanto
esfuerzo, subsidio y crédito bancario.
La idea de completar espacios vacíos con titulares
terribles nos deja conectados a un cerebro ajeno que como respirador artificial
hace el trabajo por nosotros y somos
libres de hacer todo lo que el manual indica.
Liderazgo inducido, voz de mando y dedo en el mentón dirigen las partículas de acero que forman esta línea iluminada, descienden en espiral hacia al río para hidratarse y seguir rumbo hacia quien sabe donde, un lugar que los llama urgentemente y todos se apresuran tanto que semejan una hermosa danza de luces tan veloz que a veces un mal paso provoca la muerte quedando en espera eterna quien los reclama para la próxima pieza. Aunque mi penumbra indica que no se bailar, la vorágine me arrastra en una coreografía de la que solo soy consiente de ruidos opacos, pequeños puntos al interior de una brillante caja, un hombre vivía en una cueva metálica móvil y con grandes garras todo lo modificaba.
Liderazgo inducido, voz de mando y dedo en el mentón dirigen las partículas de acero que forman esta línea iluminada, descienden en espiral hacia al río para hidratarse y seguir rumbo hacia quien sabe donde, un lugar que los llama urgentemente y todos se apresuran tanto que semejan una hermosa danza de luces tan veloz que a veces un mal paso provoca la muerte quedando en espera eterna quien los reclama para la próxima pieza. Aunque mi penumbra indica que no se bailar, la vorágine me arrastra en una coreografía de la que solo soy consiente de ruidos opacos, pequeños puntos al interior de una brillante caja, un hombre vivía en una cueva metálica móvil y con grandes garras todo lo modificaba.
Descubrí una melodía en la rivera y pude ver lo que
fui en un acorde asomando fecha de vencimiento en tres habitaciones al unísono,
entonces cambio el tiempo y todo lo demás es experiencia. Me visto de recuerdos
mirando el futuro y hermosos colores lavados por la lluvia compiten por un
lugar ante mis ojos.
Franco Contreras
21/05/2013
Súper intelectual tu blog oye.
ResponderEliminarQuieres dar la apariencia de superioridad al escribir de esa manera tan críptica?
EliminarLo peor es que un prestigioso medio como Los Andes Online se preste para publicar este tipo de bazofias.
Alguien incapaz de liderar "un grupo de lechugas en un invernadero" acaba de hacer un comentario.
EliminarSaludos a jose ;)
ian
uhhhh el académico inmaculado de subsidios y créditos hipotecarios, defiende de cerca su torpe conexión de palabras... Ian?
EliminarP.D: el plural de fugaz es "fugaces"
Muchas gracias anónimo por tu corrección, siempre es bueno tener un público participativo y que nos ayude.
EliminarPD: el error ha sido corregido :)
Saludos