![]() |
Imagen, gentileza de Bettiana Castro
|
Cuando pensamos en empresa, pensamos en clientes, proveedores,
utilidades y últimamente, evasión tributaria, pero nos cuesta imaginar como un
servicio o producto toma forma para quedar a nuestra disposición.
Cuando abrimos la ventana hacia estos cuestionamientos, nuestra
imaginación emprende un viaje de ideas que normalmente intentan describir el
proceso realizado para lograr un objetivo.
Lo anterior despierta la curiosidad de algunos clientes y se refleja
en las actividades realizadas para obtener un producto o servicio, que
constituyen la base de los procesos necesarios en la cadena de valor. Una parte
de la realidad organizacional nos muestra que algo tan básico, resulta
invisible al interior de la entidad, configurando una problemática transversal,
desde pequeños e incipientes emprendimientos, hasta empresas mas longevas,
materializándose en una planificación y control deficiente, conflicto y
dificultad para administrar el capital intelectual, envolviéndonos
cotidianamente en una espiral de plazos que no se cumplen, procesos en una
dirección equivocada, trabajadores descontentos y perdida de “know how”.