Imagen elaboración propia |
La ley de causa efecto es ineludible, ya que largos periodos de
abuso de poder han generado un “chomba” moral que hoy en día la clase trabajadora se pone sin
autocritica, solo con la convicción de derechos inalienables, pero sin comprender
su génesis, propósito y desconociendo totalmente sus deberes.
En el ultimo tiempo hemos visto como el trabajo informal aumenta
en las calles, lo que incluye, Cabify, Uber y Aribnb, ya que inscribirse en
estos sitios web no convierte a nadie en su propio jefe como menciona la
publicidad. Cuando en una planta productiva observas trabajadores que sin cumplir
su labor reciben remuneración, buscando la ganancia sin considerar la
reciprocidad necesaria en un trabajo remunerado o emprendimiento, yo lo
denomino oportunismo, el típico “lauchero” de la pichanga. Este alejamiento de algunos
principios fundamentales se esparce como epidemia, sumándose a la utilización
con dolo de herramientas de legislación laboral confeccionadas originalmente para
protegernos como trabajadores.
En la entrada de la Dirección del Trabajo (DT) veo una fotocopia
del retrato de Clotario Blest, con la arenga para la próxima marcha. Recapacito
y creo que su figura merece algo mejor, éste debe ser recordado por sus valores
y su gran contribución a nuestra sociedad, además de mejorar su retrato en
todos los sindicatos y reparticiones de
la DT, como fundador de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Agrupación
Nacional de Empleados Fiscales (ANEF). Observo con fascinación a los
fiscalizadores cumpliendo diligentemente su labor, cursando multas casi
intransigentemente, siendo necesariamente implacables, pero me sorprende que
tengan tribuna algunos trabajadores que deshonran toda la dignidad de la
palabra con mentiras, incluso en ocasiones potenciadas por sus abogados.
La esperanza la encuentro en algunos de mis colegas con los que
compartí diversas experiencias laborales, visualizando en ellos un patrón común
de profundo compromiso social. Debemos dejar atrás la simplificación del ser
humano, que en el ultimo tiempo se ha apoderado de la malla curricular en
colegios, pretendiendo transformar a nuestros hijos en calculadoras de bolsillo
sin capacidad critica. Es nuestra responsabilidad volver a cultivar las
ciencias sociales y en especifico la educación cívica, para enfrentar y resolver
los desequilibrios de nuestro presente y futuro en virtud del desarrollo de
Chile y sus trabajadores.
Franco Contreras
10/04/2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario