sábado, 23 de octubre de 2010

Una Realidad Instantánea

La instantánea realidad citadina reflejada en discado directo, mensaje de texto pronunciado por acelerados y acéfalos  dedos que en virtud de frases vacías y fuera de contexto toman por asalto a una yema iracunda  frente a una letra en el plástico, transformando el natural aroma del  bosque de desodorante matutino en  oscuridad instantánea y húmeda  del rincón  que lleva por aroma el de la orina después de las seis.
Entre tomates paltas y mayo sobre el plato típico, aduana estampa el timbre  en pasaporte italiano.
El giro instantáneo y fecundo del grifo sacia nuestra sed, lava nuestros cuerpos e irriga nuestros campos para la venta por kilo en el supermarket.
Instantáneos dolores de cabeza al son de aspirina y migranol, permiten que tiznados cuellos de camisa terminen el día y corran al refugio subterráneo donde ya cientos comprimen su respiración  y sueñan con un instante perfecto de distancia que instantáneamente es interrumpido con un perdón, disculpe, por favor, gracias……y vuelve al rescate el audífono del anonimato sonoro que mece nuestros  tímpanos.
Enchufa la tetera y obedientemente es  vaciado aquel líquido que en virtud de la interacción paupérrima otorga calidad instantánea al agregue dos tazas de agua hirviendo y listo.
Franco Contreras

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