miércoles, 2 de octubre de 2013

Resacas infernales

Imagen gentileza de Betts Castro

Algunas secuelas nos deja el mes de Septiembre, con acontecimientos fatídicos y paradójicamente también celebraciones.

En las redes sociales observamos tantos cadáveres de corderos empalados y parrillas atestadas de carne  que decidimos salir  y asesinar por encargo, nuestra comida.

Un sabroso costillar junto a una garrafa nos conducen a la más despiadada de las borracheras, primero las “Pilsen” luego el buen vino; la  conversación empieza a animarse, más tarde aparecen los amigos del ron y la piscola, las risas se transforman en risotadas  y de éstas a las infaltables rancheras que a viva voz proclaman  lo hermoso que es compartir con la gente querida…

_ ¿y vo que trajiste?
   la ensalada
_ pffffff, yo traje el pernil del chancho, lo vierai cojo en el corral ahora
   ¿tay sacando en cara?

Encima de la mesa con patadas y combos termina el cariño, respirando el polvo levantado por la rencilla limpiamos las heridas con el más fino de los licores. La mirada se concentra en el cantinero exigiendo un trago, este bajo amenaza de golpes y sillas por la cabeza accede al requerimiento balbuceando; "esto es todo lo que tengo", de ésta manera un miserable cartón de vino añejo, nos muestra el incipiente sol matinal. Rasguños y moretones faciales serian la antesala de fuertes dolores de mollera y el visceral llamando a guajardo.

"Cantinero otra copa no sirve"!!!!!

Con el pasar de los días cambiarán personajes y discusiones, la nieve sorprenderá a más de alguno sin calzoncillos largos, caballos ensillados sin jinete y camisas sin botones descansarán hasta que los acordes típicos inviten nuevamente a dar la siguiente “patita”.

Franco Contreras
01/10/2013

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