Imagen gentileza de Betts Castro |
La
mano invisible de Smith se mueve invocando un gesto universal en señal de adiós,
dirigido a los artesanos del tiempo que diariamente confiaron en la certeza de
un vetusto reloj control religiosamente reverenciado, circunscribiendo su destino
a la rutina de la organización cuando las fuerzas del mercado estaban a su
favor.
Reingeniería
resulta una palabra demasiado pesada como para atender un almacén y demasiado
pragmática para describir la defectuosa filosofía de un puñado de obreros que
de cuando en cuando sonríe, ejecuta instrucciones y termina el turno a un ritmo
nostálgico, sin advertir la presencia del “par
de gatos” que aunque dominen el arte del beatbox, difícilmente podrán bailar
rancheras y guarachas al mismo tiempo.
Generalmente
es difícil y a veces imposible unificar los objetivos de la organización con
los de sus trabajadores, especialmente cuando la primera declara que
básicamente corresponden a incrementar la riqueza de sus dueños, obvio, pero no
necesariamente motivante, ya que sus trabajadores persiguen aumentar su propia
riqueza, convirtiéndose en una paradoja que aparentemente representa un “gap” en la administración de recursos
humanos del empresariado criollo, que como actor relevante en la generación de
valor para la sociedad, en la versión chilena muestra aversión al riesgo y la inherente
presión de los accionistas por maximizar sus dividendos en el corto plazo,
generando barreras a procesos de innovación, investigación y desarrollo que
afiancen la industria, incluso a veces la adquisición de nuevas tecnologías que
potencien ventajas comparativas se ven obstruidos por esta conducta.
Lo
anterior conduce a algunas empresas a convertirse en distribuidoras, que por un
lado permiten la optimización de los recursos y por otro la perdida de
flexibilidad, lo que sumado a la acentuada dependencia económica del sector
primario (recursos naturales), que no destaca por agregar valor, quizá se
convierta en un autentico dolor de cabeza para el país en el futuro.
Franco
Contreras
14/06/2014
Tú eres el único que da la hora con estos posts "intelectualoides", pero que valen realmente hongo. Lo más triste es que medios serios como Los Andes On Line te den tribuna más encima.
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