Imagen gentileza de Betts Castro |
Quizá es mucho título para tan poco texto, pero a riesgo de contaminación
falta hace la rimbombancia.
Constantemente a nivel local sabemos de derrames, accidentes y filtraciones.
Esto nos empujó en el 2011 a realizar una denuncia por daño ambiental conforme
ley 19.300, la cual fue complementada con una querella a través de la
municipalidad de Los Andes, por derrame de concentrado de cobre de Codelco División
Andina en el río Blanco afluente del río Aconcagua. ¿Les parece familiar?.
En un escenario ideal no deberíamos realizar nuestra labor en
tribunales, ya que deberíamos tomar medidas preventivas en terreno, pero las
circunstancias no alcanzan la altura de nuestras expectativas.
Los sucesos nos muestran un patrón de comportamiento para el que
vale la pena evaluar un cambio. Es necesario que reorganicemos la conexión
entre minería y sustentabilidad, entrar a un nivel básico, llegar a la sinapsis
y aplicar una reingeniería que no sea sinónimo de despidos.
Cuando veo el nombre de “departamento de sustentabilidad”, pienso
que podríamos partir por cambiarlo en honor a la honestidad con nuestro entorno
y llamarlo “departamento de mitigación”, pues como en la guerra sabemos de
antemano que existirá daño colateral y eventualmente solo podremos reducir la
cantidad de vidas destruidas.
Demás esta decir que No alcanzaremos la sustentabilidad con discursos
pomposos cada vez que el buen vecino
regala computadores a una escuelita o reparte millones en bonos a sus trabajadores
o en proyectos a emprendedores locales, los que en ambos casos funcionan como
“tapa boca”, haciéndonos cómplices de la tortura y muerte sistemática de
glaciares y ríos.
No se trata de culpar a Codelco Andina, ni tampoco de asumir la
frase “la empresa estatal, debe dar el
ejemplo”. Parece lógico, pero no es más que un consentimiento solapado para
ayudar nuestras conciencias. Hagan el ejercicio de buscar en Google “derrames
de mineras en chile”, y encontraran grandes y pequeñas mineras privadas llevando
la espantosa delantera. Aun así miles siguen trabajando en ellas a cambio del
exuberante estipendio fijo.
Desde mi perspectiva la minería es difícil que alcance la
sustentabilidad dado que basa su operación en la extracción de un recurso no
renovable, como pude expresar en una opinión de 2013 “¿Es sustentable una actividad basada en la extracción de un recurso norenovable?”, pero podría alcanzarlo en un esfuerzo país. Felicito el monitoreo y la reutilización de aguas, pero todo
queda opacado cuando escuchamos declaraciones livianas acerca de la destrucción
de glaciares y la intervención de nuestros ríos.
Finalmente lo que me permite estar tranquilo, es que luego de caminar
a través de antiguas faenas mineras, algunas explotadas desde la edad media y
por distintos imperios en Europa, he podido asimilar con humildad que los
ciclos de la naturaleza superan nuestra expectativa de vida y con ello la de
gerentes, trabajadores y ciudadanos indiferentes, prevaleciendo la razón y la
germinación de ideas de real contribución a
nuestro desarrollo.
Franco Contreras
29/02/2016
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