Foto elaboración propia (Marcha No+AFP Valparaiso Chile 26//03/ 2017) |
A la mañana siguiente todos se reunirían para asistir a una de las
expresiones de la sociedad mas simples, pero a la vez mas complejas,
dependiendo del contexto, pues asistir a una marcha en muchas ocasiones ha
transitado desde la simpleza de una demanda, hacia a la conmemoración de un
fatídico desenlace.
Amanece. El desayuno es una apología al postmodernismo, la luz
ingresa por la ventana y el paisaje invita a la contemplación desde la
comodidad de mi cuarto, no hay nada afuera que pueda brindarme este placer;
pero se siente un vacío, una pieza no esta en su lugar. Me visto, salgo y la
brisa golpea mi rostro como queriendo despertar mis sentidos, bajo las
escaleras y me acerco a la muchedumbre. Están decididos, muestran convicción,
quieren creer y yo también, siento que compartimos la visión de un mejor futuro
para todos.
La ira que surge luego de vernos avasallados, olvidados y
traicionados nos aglutina y marchamos. Sigo la columna tras una arenga femenina
que viaja por el aire en delicadas y brillantes burbujas, como metáfora de
suavidad y formas que se estrellan contra nuestros tímpanos rompiendo en clamor
que viaja desde nuestro oído como eco de liberad, como grito de lucha contra la
opresión histórica y machista que nos ahoga en la decadencia de un poder
acéfalo que nos obliga a financiar la discriminación.
Veo alrededor y los rostros son signo de rabia. Desazón e
impotencia se encuentran ahí, donde diariamente el caucho babosea el asfalto,
donde dejo caer su helado, donde atropellaron al malas juntas del “perro julio”,
donde los angustiados no saben si cruzar o arrojarse. La música y canticos
ayudan a la catarsis, miramos desde la calle la vereda y nos inunda un proceso de resiliencia que
despierta sonrisas en nosotros a cada paso, contentos de estar ahí, no nos
conocemos, pero sabemos que podemos creer y no estamos solos, miramos el cielo
emocionados. Quizá estoy alucinando, pero es real, una mujer nos saluda desde
lo alto de un edificio.
Tambores y mas arengas, todo toma forma de discurso a una cuadra
del edificio del congreso, observo hacia atrás y la vista no alcanza a ver la
ultima bandera ni el ultimo lienzo, pero si la nitidez de bailes, juegos y
niños aprendiendo a ser ciudadanos.
Franco Contreras
28/03/2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario