Ilustración gentileza de Betts Castro |
Los lamentables acontecimientos en el
norte de África y medio oriente han llevado a muchas familias en un fatídico periplo,
buscando resguardo ante la violencia desatada. Esto muestra una humanidad estancada
en conflictos que no permiten alcanzar niveles de bienestar estables en el
planeta, convirtiéndonos en testigos o protagonistas de innumerables desastres durante
nuestra corta existencia, diferenciando entre los que no controlamos ni podemos
prever y los que si. En el primer caso predomina la naturaleza y la probabilidad,
en la segunda situación el escenario es mas espeluznante, ya que obedece a decisiones
humanas que nos categorizan en esencia perversos, capaces de convertir extensos
paisajes, en la tierra desolada de “Mad Max”.
En el caso de Siria no existe una
explicación única al desastre, quedando el conjunto de causas en la categoría
de las humanamente controlables. Los medios de comunicación masiva se han
encargado de posicionar una explicación aparentemente lógica y fácil de digerir,
reduciéndola al fanatismo religioso, que si bien configura un elemento constante
en nuestra historia, al adoptar el formato de propaganda somete a un
confinamiento ideológico esta causa, levantando una cortina de
humo fundada en la intolerancia, lo que eventualmente podría llevarnos a un
choque cultural fabricado, impidiéndonos ver el contexto en sus totalidad. La
justificación para matarnos entre nosotros se asimila, pero no se analiza en
forma critica. Es nuestro deber buscar los demás elementos inherentes a la
humanidad, aquellos que generalmente nos visten de buenas intenciones, pero que
se manifiestan como codicia, poder, ego, o la lucha por hegemonía que
caracterizo el periodo de la guerra fría.
Llega un momento en que la gran cantidad
de información nos agobia y comienza a revelarse en forma de detalles que
pueden surgir de manera natural o artificial, el criterio del espectador deberá
discernir en su fuero interno la verdad que elegirá.
En el ultimo tiempo vemos reportes de Estado
Islámico (EI) aterrorizando Irak, Libia
y Siria, donde observamos un patrón en el despliegue de sus fuerzas militares con un formato
caracterizado por ametralladoras o cañones antiaéreos montados en camionetas
todo terreno, lo interesante es ver a los rebeldes sirios con características
similares en el campo de batalla. Si viajamos un poco mas al interior de África
encontramos otro grupo fundamentalista islámico denominado Boko Haram,
específicamente en Nigeria, donde vuelven a aparecer las camionetas toyota 4x4,
aterrorizando ciudadanos de este país y sus vecinos.
Lo obvio es que todos los países
mencionados en el párrafo anterior tienen un rol importante en la industria
petrolera, por lo que en este contexto la existencia humana podría estar compitiendo
con el precio barril, la codicia, poder y ego, mientras los medios de
comunicación nos desangran en un conflicto religioso cultural.
Franco Contreras
01/11/15
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